Skip to content

CARÁCTER Y FUNCIONALIDAD EN EL PERRO DE AGUA ESPAÑOL

CARÁCTER Y FUNCIONALIDAD EN EL PERRO DE AGUA ESPAÑOL

El interés que despertó en mí esta raza fue prácticamente por casualidad. Siempre he tenido razas de reconocidas aptitudes para el trabajo: Pastor Alemán, Pastor Belga, Rottweiler, etc. Cuando decidí adquirir un perro para tenerlo en el piso sólo quería un perro que no soltase pelo, que fuese de tamaño mediano, más bien pequeño; cariñoso y bonito. Vinieron a mi mente bastantes razas conocidas por todos. Pero cuando en mis planteamientos surgieron otros requisitos: posibilidad de intentar un adiestramiento de alto nivel, su utilización en diversos tipos de trabajos simultáneos, cualidades naturales muy marcadas, etc., la lista de razas se redujo drásticamente. Otro factor importante fue el que, además, era una raza española por las que siempre he sentido debilidad, respeto y cierta pena, pues no ocupan en nuestra cinefilia el lugar que por derecho propio les corresponde. Añadir finalmente que su coste medio es bastante inferior a la gran mayoría de razas foráneas, en las cuales adquirir un buen ejemplar supone bastante más dinero.

Cualidades a destacar del Perro de Agua Español son su instinto de caza y pastoreo, muy marcados; sus aptitudes natatorias; buen instinto de guarda, tesón, fidelidad. Gran inteligencia (combinada con un carácter listo). En mi opinión resultan tan listos como inteligentes. Son muy activos y deportivos. Su capacidad de adaptación a todo tipo de terrenos y situaciones es realmente sorprendente. Valientes y muy cariñosos. De gran dureza y resistencia. Sus patas no se “aspean” en los terrenos más duros. Resisten al calor y la falta de agua con una resistencia que caracteriza a los perros de pastor en la mayoría de lugares de nuestro país, no cediendo al cansancio y la fatiga.

Hay que señalar que responden al adiestramiento típico con una rapidez en el aprendizaje que hasta la fecha he observado en muy pocos perros. La gran cantidad de trabajo que tienen les permite estar continuamente recibiendo órdenes. Resulta, además, bastante fácil mantener la motivación. En cuanto a la precisión en los ejercicios, la respuesta es igualmente buena. Realizan con suma facilidad los ejercicios más variados. He podido constatar la existencia de perros que realizan un sinfín de tareas y variados ejercicios realmente sorprendentes: ir a comprar tabaco o periódicos ellos solos, volver del campo a casa a por la talega del pastor, traer los objetos más variados a la orden del dueño, llaveros, bolsos traíllas, carteras, etcétera, diferenciando perfectamente unos objetos de otros, llevar del ramal a otros perros e incluso a caballos, ejecutar complicados ejercicios de equilibrio sobre pasarelas, escaleras y obstáculos de lo más variado, etc. Así como otros más propios y relacionados con sus aptitudes naturales, como caza, pastoreo y auxiliares en barcos de pesca. Por otra parte, su afición a morder, excelente, combinada con su instinto de guardián, no me dejan la menor duda de que pueden adiestrarse a un nivel sobresaliente para las pruebas clásicas de adiestramiento, aunque su reducido tamaño condicionará a bastantes ejemplares de forma negativa.

Con respecto a la actividad de pastoreo, actividad bastante difundida dentro de esta raza, muestran unas cualidades excelentes. No molestan al ganado cuando está de careo. Salen a la orden a por las ovejas, mordiéndolas con decisión; si bien algunos ejemplares tienden a golpear con el hocico. Son capaces de enfrentarse a animales muy tozudos, y aunque se retiren, vuelven con decisión a la carga, consiguiendo siempre hacer retroceder a la oveja. Su alto grado de atención en todo momento a las evoluciones del ganado, así como a las de otros perros experimentados, hace el aprendizaje especialmente duradero y eficaz en períodos relativamente cortos de tiempo. El único inconveniente es su pelo. Para su utilidad práctica, en los meses de calor es necesario su esquilado completo, y en todo tiempo conviene tener las patas y la cara despejada de pelo. En cualquier caso es conveniente revisar el pelaje después de las salidas al campo, poniendo especial cuidado en la cabeza y las patas. No quiero acabar este párrafo sin señalar que esta actividad está restringida a zonas rurales, y estas cualidades solo las podemos apreciar en toda su grandeza en perros dedicados a labores de pastoreo. A buen seguro que cualquier aficionado que tenga la ocasión de observar a un buen perro de ganado quedará gratamente sorprendido.

De la actividad cinegética podemos señalar que su afición a la caza es notoria; quizá tienen un estilo poco depurado, pero es que realmente no son perros de muestra. Trabajan en general a distancia prudencial del cazador y son muy obedientes y fáciles de controlar. Hacen prácticamente a todo tipo de caza. Pero donde mejor se desenvuelven es en el cobro, especialmente en el agua. En tierra demuestran su excelente olfato para el cobro localizando la pieza en lugares difíciles o persiguiendo a las que están heridas con gran tesón y habilidad.

Resumiendo: lo que más caracteriza al Perro de Agua Español es su versatilidad y capacidad de adaptación a todo tipo de terrenos, situaciones, adiestramientos, etc. Todo aquel que se acercara a este pequeño perro queda prendado de él, pero más que por su carácter alegre, simpático y a la vez seguro y templado; su inteligencia, su habilidad para ejecutar los ejercicios más variados y su rusticidad es lo que está llevando a la raza a una popularidad creciente. Un perro de Agua no deja nunca de sorprendernos con nuevas muestras de sus habilidades.

Para finalizar solo me resta decir que en esta raza se dan perros muy buenos, de unas excelentes cualidades, que cada vez se ven menos en razas que deben mostrar unas aptitudes similares, y esas virtudes me atrevo a decir que las conserva por su corta trayectoria en el mundo de la cinofilia oficial. La mayoría de las líneas existentes que poseen en su árbol genealógico ejemplares recuperados en el campo, dedicados a tareas prácticas es por lo que su carácter y aptitudes aún perduran. ¡Conservémoslas!

MARCELINO BENITO

Extracto de la revista “El Mundo Del Perro”, número 194 (año 1996). Páginas 80, 81 y 8