Cómo llegar a ser un buen mal perdedor, paso a paso

Si tu perro no gana todo lo que a tu parecer debería, tienes dos posibilidades: la primera es analizar el por qué y tratar de mejorar o, si eso crees que es demasiado difícil y trabajoso, puedes pasar a la segunda opción que consiste en buscar mil y un excusas del por qué de la derrotas. Caso de escoger esta segunda posibilidad, a continuación te damos una serie de ideas explicadas paso a paso para poder llegar a ser un mal perdedor.

  1. La primera regla para recordar es la de no felicitar NUNCA al ganador de la clase. Si alguna vez sientes que debes hacerlo, por supuesto, no esbozar ni una leve sonrisa. Lo mejor que puedes hacer es salir rápidamente del ring, con cara de “mecagüen…”, antes de que nadie, incluidos los comisarios de ring, te den cartulina alguna haciéndote saber que plaza has ocupado.
  2. Como vencedor solo hay uno y perdedores muchos, vas a encontrarte en buena compañía desde el mismo momento que abandones el ring, Los otros perdedores van a ser un perfecto auditorio y podrás convencerles (y convencerte) de que el juez es, probablemente un buen amigo del ganador. En dos palabras: pura corrupción. De hecho, el vocablo corrupción es de los más utilizados por aquella gente que busca excusas.
  3. Si el perro que gana al tuyo una y otra vez es siempre el mismo, habrá que buscar excusas nuevas. Tienes que decirte y decir al resto de perdedores, que si gana, lo hace por que es un perro muy conocido. Es fundamental no darse cuenta o ignorar que si es famoso lo es, no por su calidad, sino por otras “oscuras” razones.
  4. Otra buena excusa para justificar las pérdidas constantes, es hacer saber al resto del mundo (cinéfilo, claro está) que para ti son mucho mas importantes la salud y el temperamento del perro que su belleza exterior y eso es precisamente lo que prima en tu criadero. En otras palabras, que prefieres ser un criador serio que simplemente un vencedor. La palabra “serio” es también otro buen vocablo. Da credibilidad.
  5. Cuantos más perros de tus contrincantes ganen, más razones tienes para sospechar. Dile a la gente que el perro del ganador a estado a punto de morir, que está drogado o que tiene algún implante dental para disimular una tara o que lleva una prótesis testicular. Elige una de las sospechas. Todas no por favor.
  6. Si tienes la percepción de que los anteriores argumentos no son suficientes, puedes rebuscar en otros defectos más escondidos tales como que el ganador tiene en su genética un grave problema heredado de su abuelo paterno y que, si bien no lo manifiesta, lo transmite a la descendencia. Entre los problemas heredados pueden escogerse entre la displasia de cadera, la atrofia progresiva de retina, la luxación de la rótula, la epilepsia o, una que viste mucho, la enfermedad de leg-perches. Una vez que el rumor empieza a expandirse, el mal ya está hecho.
  7. También puede optarse, a la hora de buscar excusas, por temas más terrenales. Uno de los más utilizados es que el propietario del perro ganador hizo, en la fase de movimiento de los juicios, que su perro andará demasiado cerca del tuyo con lo que estorbaba la normal marcha de éste ya que le distraía. Esto te hará ganar simpatía en los no ganadores.
  8. Otra de las buenas excusas es aquella que consiste en hacer ver que debajo de un fantástico manto y detrás de la gran imagen que el perro ganador da en el ring, el trabajo del peluquero y del handler, han disimulado todos los defectos que el perro tiene.
  9. Pero si todo falla, aun te queda un as en la manga: la vida privada de los ganadores. A poco que pienses, seguro que encuentras una buena historia que explicar. Un divorcio, una aventura amorosa (con alguien relacionado con la raza, claro está) o algún problema financiero. Si no puedes encontrar nada de nada, siempre se puede recurrir a los malos hábitos en el comer y, sobre todo, en el beber de los ganadores. A ello se le añade un poco más de sal y pimienta y, a buen seguro, que la audiencia se lo cree todo.
  10. Pero cuando ganes una clase, piensa siempre en tu estilo cuando pierdes. Dile a todos que, por fin, has encontrado un juez justo que juzgó al perro y no a quién lo representa.

    ASTRID GIERCKKY “the escandinavian poodle magazine”

Tu perro ¿te echa de menos?

El perro es un animal social que, históricamente, ha pertenecido a grupos cohesionados. Su correcto desarrollo está íntimamente unido a la jauría. Su adaptación como mascota, lleva implícita un nuevo orden social que al principio no será comprendido por el can. Es nuestro deber acostumbrar a nuestro fiel amigo a nuestro ritmo de vida para evitar que caiga en una depresión.

Llega la hora, volver a casa, después de una dura jornada laboral. Seguro que estás deseando abrazar a tu nuevo cachorro y jugar con él. Cuál es tu sorpresa cuando llegas a tu vivienda y el pequeño can ha destrozado el sillón o ha roto algún objeto de valor. Encontrar la vivienda con un aspecto similar al de una batalla campal es frecuente en hogares donde un perro tiene que pasar muchas horas en soledad.

El dueño se queja del estado lamentable en el que encuentra el mobiliario, puesto que el can se ha dedicado a roerlo. Además, el suelo puede aparecer cubierto de orines y de excrementos. A estos problemas hay que añadirle otros ajenos, como por ejemplo, que los vecinos no aprueben el hecho de que un perro se pase todo el día ladrando y aullando. Lo que el amo ignora es que su perro puede estar siendo víctima del estrés conocido como ansiedad por separación.

¡¡¡ Te echa de menos!!!

La soledad es uno de los traumas más difíciles de superar por parte del recién llegado al hogar. Nuestras obligaciones diarias nos alejan del domicilio y, en nuestra ausencia, el perro provocará destrozos de diversa consideración, además de llorar, ladrar y hacer sus necesidades en cualquier rincón de la vivienda. En casos extremos, se producen vómitos, autolesiones, diarreas, anorexia, etc. El miedo que siente el can puede devenir en un serio problema de conducta.

El perro codifica a su amo como la figura de apego, estableciendo un lazo emocional hacia nuestra persona sin el que se sentirá perdido y desorientado. Las reacciones de su pánico comienzan cuando el dueño se va; y es que el perro necesita su la cercanía física. Tenemos que reforzar su independencia haciendo que ejercer su nuevo rol sin padecer angustia. Es importante saber que no es problema de educación, sino de dependencia.

La ansiedad por separación se presenta en los perros tímidos y poco socializados pero también puede darse en adultos que provienen de albergues, aunque el porcentaje de perros con miedo a la soledad es más alto en cachorros de apenas dos meses. El can puede ser reincidente a lo largo de su vida o en momentos concretos de cambio de rutina.

Enséñale a ser independiente

Si los síntomas nos llevan a sospechar que nuestro animal de compañía puede estar sufriendo este tipo de ansiedad, debemos consultar con nuestro veterinario para que nos recomiende el tratamiento adecuado puesto que el perro podría necesidad algún tipo de medicación antidepresiva. No obstante, si detectamos el problema a tiempo antes de que se agrave la situación, podemos poner en práctica varios trucos.

Con objeto de acostumbrar a nuestro amigo a las horas que pasará sin tenernos a su lado, podemos probar a dejarle solo un minuto y volver; después cinco minutos y regresar, y así sucesivamente, pero aumentando el tiempo que estamos fuera. Uno de los errores más frecuentes es reprender al can cuando llegamos a casa. El perro no entiende el castigo a no ser que sea inmediato por lo que debemos ignorarle cuando se haya portado mal en nuestra ausencia.

El instinto de destrucción no es una estrategia de venganza, es una causa psicológica. Enfadándonos con nuestro perro solo conseguimos que se ponga peor. Lo que sí es aceptable es premiarle si todo está correcto con alguna golosina, pero dársela antes de irnos pone al perro en alerta. Tenemos que marcharnos de casa de forma natural para que el perro lo interprete como una rutina. Le mantendremos ocupado con juguetes y le sacaremos más a la calle para que tome confianza.

Test de Campbell

Este test, creado por el etólogo norteamericano Campbell, está considerado como uno de los más utilizados para evaluar el carácter de los cachorros pronosticar su futuro comportamiento. Consiste en la realización de cinco pruebas. Este test es muy importante a la hora de elegir un cachorro dentro de una camada.

Antes de empezar:

  • La edad del cachorro debe ser de 7 semanas
  • Se debe realizar la prueba de forma individual y aislada de otros cachorros
  • El test se llevará a cabo en una habitación de unos 9 m2 vacia, sin muebles, sin juguetes y sin ningún elemento que distraiga al animal
  • El cachorro no debe haber estado antes en la habitación
    •El test se realizará sin preparación previa del cachorro, de forma neutral y sin premiarle, felicitarle ni regañarle.
  • Un única persona realizará el testo. Esta persona será desconocida para el cachorro.

1º TEST: Test de atracción social

Utilidad:

A través de esta prueba, es posible conocer lo atraido que se siente el cachorro por los humanos.

Pasos a seguir:

  • Colocar al cachorro en el centro del recinto
  • En silencio, alejarse unos pasos en sentido opuesto al lugar de entrada
  • Arrodillarse suavemente
  • Tocar palmas suavemente varias veces para llamar la atención.

Resultado:

A Acude enseguida, con el rabo levantado, dando saltitos y mordisqueando las manos
B Acude sin dificultad, con la cola alta, dando con sus patas en las manos
C Acude, sin dificultad, pero con la cola baja
D Acude titubeando
E No acude

2º TEST: Test de aptitud al seguimiento

Utilidad:

A través de esta prueba, es posible conocer grado de independencia del cachorro

Pasos a seguir:

  • Colocar el cachorro situado próximo a los pies
  • Comenzar a caminar asegurándose de que el cachorro se da cuenta

Resultado:

A Sigue sin dificultad, cola arriba tratando de mordisquear los pies.
B Sigue sin dificultad, cola arriba, a sus pies.
C Sigue fácilmente, con la cola abajo.
D Sigue titubeando, con la cola abajo.
E No sigue o se aleja hacia otro lugar.

3º TEST: Prueba de obligación o aceptación de la contención

Utilidad:

A través de esta prueba, es posible conocer si se trata de un perro dominante o sumiso

Pasos a seguir:

  • Tumbar al cachorro en el suelo (boca arriba)
  • Colocando una mano sobre su pecho
  • Mantenerlo así durante 30 segundos aproximadamente

Resultado:

A El cachorro lucha con fuerza, se debate y mordisquea.
B El cachorro lucha vigorosamente pero no muerde.
C El cachorro forcejea y luego se calma.
D El cachorro no opone ninguna resistencia y lame las manos.

4º TEST: Prueba de la dominación social

Utilidad:

A través de esta prueba, es posible determinar el grado de sumision del cachorro

Pasos a seguir:

  • Arrodillarse al lado del cachorro
  • Damos golpecitos suaves con los dedos desde la parte superior del craneo bajando lentamente a lo largo de la columna vertebral
  • Despúes acariciarlo a contrapelo aproximadamente durante 30 segundos

Resultado:

A El cachorro se da la vuelta, gruñe y mordisquea a la vez que araña.
B El cachorro se inquieta y se da la vuelta para arañar.
C El cachorro se inquieta pero se gira calmado y lame las manos.
D El cachorro se da la vuelta boca arriba y lame las manos.
E El cachorro se aleja y no vuelve.

5º TEST: Prueba de la dignidad

Utilidad:


A través de esta prueba, es posible determinar el grado de orgullo y su actitud frente a una obligación.

Pasos a seguir:

  • Colocar las manos entrecruzadas bajo el tórax del cachorro
  • Levantarlo del suelo de manera tal que sus patas no toquen el suelo
  • Mantenerlo en alto durante 30 segundos.

Resultado:

A El cachorro se debate enérgicamente, gruñe y muerde.
B El cachorro se debate mucho.
C El cachorro se debate, se calma y lame las manos.
D El cachorro no opone ninguna resistencia y nos lame las manos.

Análisis del resultado del Test de Campbell

DOMINANTE AGRESIVO: 

Si en el test ha salido dos «A» y alguna «B»

Cachorro dominante y agresivo. habrá que tratarlo con cuidado, no pegarle nunca, pues aumentaría su agresividad. No conviene hacerlo rabiar, por tanto, no es aconsejable su trato con niños.

Este cachorro llevado de una forma suave, pero firme, se convertirá en un adulto capaz de reacciones defensivas en caso de peligro.

DOMINANTE: 

Si en el test ha salido tres o más «B»

Cachorro dominante. Si se le consienten los caprichos, se volverá insoportable. Debe ser educado con suavidad, pero con firmeza. No se aconseja su convivencia con los niños.

EQUILIBRADO: 

Si en el test ha salido tres o más «C»

Cachorro relativamente equilibrado, capaz de integrarse sin problemas en cualquier hogar. Ni demasiado agresivo, ni demasiado sumiso. Puede convivir tranquilamente con niños.

SUMISO: 

Si en el test ha salido dos o más «D» y una o varias «E»:

Cachorro muy sumiso, muy sensible a las reprimendas, necesita mucho cariño. Si se le castiga demasiado, podrá hacerse pipí por sumisión. Conviene darle confianza a sí mismo. podría morder por temor si se siente acorralado e incapaz de huir. Sensible y cariñoso. Puede convivir con niños.

INDEPENDIENTE: 

Si en el test ha salido dos o más «E»:

Cachorro muy difícil de educar. Independiente, sólo hace lo que le da la gana. Puede atacar y morder si se le castiga, incluso volverse extremadamente feroz. Evitar su contacto con niños.

Un resultado mixto requiere la repetición del test. Si el comportamiento se repite, el cachorro reaccionará de forma imprevisible ante la variación de situaciones.

¿Qué es un criador?

Un criador ( con «C» mayúscula ) es alguien que busca siempre aprender sin llegar nunca a saberlo todo, aquél que no descansa balanceando sus decisiones entre la conveniencia, la conciencia y el compromiso. Un criador es alguien que sacrifica sus intereses personales, finanzas, tiempo, amistades, muebles costosos y sus alfombras más preciadas! Deja de lado los sueños de hacer un crucero lujoso en pro de ir a «ese» Show que le interesa y que cae justo en tiempo de vacaciones.

El criador la pasa sin dormir (pero nunca sin café) durante horas gastadas en planear una cría u observando ansiosamente el proceso de un nacimiento, y luego siguen las noches en vela atento a cualquier estornudo, quejido o llanto.

Un criador le escapa a las invitaciones a cenar porque tiene un parto o porque tiene que ayudar a comer a los recién nacidos a las ocho. No le importa lo desagradables que parezcan los fluidos propios del alumbramiento a la hora de hacer respiración boca a boca para salvar un recién nacido, dando literalmente el hálito de vida a esa criatura desprotegida y tierna que puede ser la culminación de toda una vida de sueños.

El regazo de un criador es un lugar maravilloso donde generaciones de campeones nobles y orgullosos una vez tuvieron su nido.

Las manos de un criador son fuertes y firmes, muchas veces lastimadas, pero aún tan gentiles y sensitivas como para percibir una nariz demasiado húmeda o una piel con la más pequeña de las lesiones.

Las rodillas y la espalda de un criador, están a menudo artríticas de tanto agacharse, arrodillarse y acuclillarse junto a la jaula de parto, pero son lo suficientemente fuertes como para permitir al criador correr de aquí para allá en un Show tratando de hacer de aquél cachorrito elegido, un Gran Campeón.

Los hombros de un criador están a veces vencidos por el abuso de sus competidores, pero son lo suficientemente anchos como para soportar el peso de mil derrotas y frustraciones.

Los brazos de un criador están siempre dispuestos a limpiar un desastre, a cobijar una montaña de cachorros o a extender una mano de ayuda a alguien que se inicia.

Las orejas de un criador son una zona maravillosa, a veces rojas ( por los comentarios en su contra) de extraña forma ( de tenerlas apretadas contra el teléfono contestando llamados mientras sigue con las actividades del criadero) suficientemente sordas a las críticas malintencionadas pero aún de fino oído para detectar la queja de un cachorro enfermo.

Los ojos de un criador se irritan de tanto leer los pedigríes buscando la cruza ideal, son a veces ciegos a los defectos de sus propios perros pero de una extraña claridad en la visión en lo que a defectos se refiere el día del show, y están siempre a la búsqueda del perro perfecto.

El cerebro de un criador se nubla buscando en algún resquicio el nombre de las personas, pero puede reproducir los nombres de un pedigrí más rápido que una IBM. Sabe tanto que a veces llega a cansar: cataloga miles de buenos huesos, buenas orejas y cabezas perfectas…..y entierra en el fondo de su alma los defectos y todo aquello que no le dio resultado.

El corazón de un criador muchas veces está roto, pero aún late con fuerza y esperanza interminables…y además está siempre en el lugar justo!

Y, sí, hay criadores y hay CRIADORES.

GUNDOR PAIS (Handler profesional y amiga)

NOTA:SE LO DEDICO A MI AMIGA SOL DE ARGENTINA POR LA AMISTAD QUE NOS UNE Y LA PACIENCIA QUE TIENE.

 

Prioridades en la crianza en los Perros de Agua Españoles

Desde hace un tiempo he ido observando la importancia que tiene el carácter a la hora de criar cualquier raza canina, además de la importancia que tienen los progenitores en la descendencia de dicha cualidad.

Observando muy bien cruces e individuos tanto en el PDAE como en otras razas como el labrador o el pastor alemán y hablando con criadores que llevan décadas criando, llegas a la conclusión  que en realidad la característica mas relevante de un perro con respecto a los que de verdad van a disfrutar de el que en casi todos los casos son particulares es el carácter.

Con lo cual desde hace tiempo mi primera meta a conseguir y al buscar un cruce de una hembra es la de que tenga ese macho un carácter a toda prueba y a poder ser que lo herede y que ella misma lo tenga excelente, luego miro tanto pelo como morfología como compatibilidad…

Muchas veces los criadores queremos correr mucho para llegar rápido a una meta morfológica y en el camino nos cargamos cosas que no miramos y que son muy importantes. No me sirve de nada un espectacular macho con un movimiento súper armónico y acompasado con un bonito pelo, cuello y cabeza si luego no lo puedo sacar a la calle por ser agresivo o tímido y tiene que ir del ring a la jaula por que nadie lo puede tocar y ni siquiera un niño se puede sacar una triste foto con el.

Es importante en la crianza los criadores, que en el fondo somos los que mantenemos la raza viva, seamos conscientes de este detalle, desechando individuos que tengan un mal carácter de forma heredada ya que ellos también lo heredaran, y en unas generaciones hemos extendido a niveles casi alarmantes ese mal.

El otro día en una exposición en Zaragoza me sorprendió la cantidad de familias con PDAE que tenían grandes problemas de carácter y sociabilización con sus perros tanto de timidez como de agresividad y a ellos mismos se les oía comentarios como: es un poco tímido pero no creas que mucho para tratarse de un perro de agua, lo cual quiere decir que si un particular dice eso el problema es alarmante, también me di cuenta que no eran de un solo criador sino indistintamente de varios y de distintos puntos de España incluso algunos de ellos sin pedigree.

Desde aquí hago una reflexión a tanto criadores como posibles compradores de este gran amigo nuestro que es el PDAE, que en primer lugar críen con conciencia y a la mejora y en segundo que el que vaya a comprar un perro que medite bien en donde y cual y si es posible vea a los padres y los demás perros del criadero que hable con el criador y que el precio y demás pase a un segundo plano por que en realidad un perro dura muchos años y 100e mas o menos no creo que sea decisivo para una elección tan importante, además que los padres estén libres y certificado por un veterinario de las taras mas comunes de la raza y que cuando llegue a casa su ansiado cachorro lo traten como tal no como un juguete y lo eduquen y dediquen el tiempo que necesita. Si todo esto se hace así es casi imposible que salga nada mal pero aun así en la crianza 2+2 casi nunca son 4 y cuanto mas crías mas te das cuenta.

Héctor Cariñanos Latorre

EL PERRO DE AGUAS EN EL AGILITY

El reglamento de la RSCE y de la FCI lo define de la siguiente forma: “El agility es una disciplina abierta a todos los perros. Consiste en hacerles superar diversos obstáculos con el fin de poner de manifiesto su inteligencia y agilidad.

“Constituye un juego educativo y deportivo que favorece su integración en la sociedad.”

“Esta disciplina requiere una buena armonía entre el perro y su guía, conduce a un perfecto entendimiento del equipo, por lo que es necesario poseer las bases elementales de educación y obediencia.”

En líneas generales, consiste en superar un recorrido, que nunca es el mismo, y que el perro no conoce, compuesto por una serie de obstáculos (vallas, túneles, empalizada, rampa, rueda, pasarela), en el menor tiempo posible y sin cometer penalizaciones.

Se trata de una disciplina deportiva (al menos yo lo considero un deporte) relativamente moderna en nuestro país (el primer campeonato de España se celebró en el año 1991) y que sin embargo ha adquirido un importantísimo nivel, ya que actualmente contamos con la campeona del mundo y con el tercer clasificado, Pere Saavedra con “Blue Baby” y Francisco Muñoz con “Ara” respectivamente.

El agility puede ser practicado por cualquier pero, sin importar su tamaño, ni su raza. Hay dos categorías según su altura: mini (perro de hasta 40 centímetros de altura a la cruz) y estándar (perros de más de 40 centímetros). Según el tamaño del ejemplar y su encuadre en una categoría u otra variarán las alturas de los obstáculos.

¿Qué aporta el agility a los perros?

  • Hace que la compenetración entre el perro y el dueño o guía sea total. En agility, el perro no puede llevar ningún tipo de collar ni correa, ni el guía portar objeto alguno en sus manos, por lo que el perro tiene que entender totalmente las órdenes del guía, tanto las verbales como las del cuerpo, y eso exige un entendimiento perfecto entre los dos.
  • El perro gana confianza y seguridad en sí mismo, ya que constantemente se le alaba cuando hace bien su tarea, se le confirma en lo bien hecho; un perro seguro de sí mismo es un perro estable.
  • Desarrolla la musculatura del animal y le aporta el ejercicio adecuado; los ejemplares que practican el agility son perros “deportistas”. Se suele entrenar dos veces por semana, con lo que el perro está totalmente en forma.
  • Es un método estupendo de socialización del animal; al acostumbrarlo a estar en contacto con otros perros. En las pruebas suele haber ruidos de todo tipo, mucha gente, música alta, etc. Por otra parte, en estos momentos a todos los individuos que pretenden empezar a competir se les hace una prueba de carácter antes de otorgarles la licencia.
  • Al perro siempre se le enseña con juego y con recompensa, es la mejor forma que se me ocurre para enseñar obediencia a un animal, y además la respuesta a las órdenes tiene que ser rápida. Se enseña divirtiendo y sin ningún tipo de presión.

Seguro que hay muchas cosas positivas, sin embargo, la que a mí me parece más importante es que el perro y su dueño pasan un buen rato juntos, se divierten, juegan y se entienden perfectamente porque trabajan juntos. Son un puñado de buenas razones para practicar este deporte.

¿Por qué un Perro de Agua haciendo agílity?

  • El Perro de Agua es un animal útil, es una raza de trabajo, existe porque ha sido funcional y su belleza debe radicar ahí, no en la longitud de sus rizos.

Cualquier propietario de Perros de Agua sabe que necesitan tener la mente entretenida, constantemente quieren aprender cosas nuevas, y son capaces de realizar miles de trucos por el mero hecho de complacer a su dueño.

En una ciudad es difícil practicar el pastoreo y a los que no nos agrada la caza, con el agility tenemos la posibilidad de mantener la funcionalidad de la raza.

  • Son perros que tienen verdadera “obsesión” por su dueño, constantemente están pendientes del guía, lo cual es ideal para el agility, ya que esa “fijación” por su amo hace que muy pocas veces se eliminen, convirtiéndolos en perros muy seguros.
  • Sienten verdadera pasión por las alturas (no olvidemos que han sido sobre todo perros pastores, fundamentalmente de cabras), adoran las empalizadas y las pasarelas, todos los obstáculos que suponen trepar y mirar desde lo alto.
  • La conformación del Perro de Agua, con su musculoso tren trasero, hace que no tengan ningún problema en los saltos y que puedan acometerlos prácticamente sin tomar impulso, a pesar de que la altura de las vallas está entre 55 y 65 centímetros y la alzada de nuestros machos ronda los 50 centímetros en los machos.
  • El tamaño de los Perros de Agua presenta algunas ventajas y algunos inconvenientes.

Las ventajas son su facilidad para pisar las zonas de contacto, al menos en las subidas y su habilidad en los giros, ya que el tamaño de su cuerpo hace que recorte muy bien, recorriendo muy poco espacio en los giros al hacer más cortos los recorridos, pierden menos tiempo.

El inconveniente es que su zancada es más corta, con lo que sus tiempos serán peores, pero sobre todo al tener un cuerpo más bien cuadrado y no tener rabo no pueden bracear en el slalom, sino que tienen que hacerlo dando “saltitos”, lo cual resta espectacularidad en la realización de dicho obstáculo.

  • La estructura de las patas del Perro de Agua Español, sus pezuñas grandes (en proporción a su tamaño) y sus resistentes almohadillas hacen que apenas resbalen en los suelos enmoquetados, con lo que en las pruebas que se realizan en dichos recintos cuentan con una ligera “ventaja natural”.

Panorama actual y conclusiones

En la actualidad en España existen cerca de quinientas licencias para practicar agility, entre éstas debe haber unas ocho que corresponden a Perros de Agua, aunque hay unos cuantos en la “cantera”, trabajando con sus cachorros para empezar a competir, es un poco triste que la raza española con más número de inscripciones esté tan poco representada, teniendo como tienen cualidades naturales para este deporte.

Sin embargo, y dentro de este panorama, este año, dentro del equipo español de estándar, compuesto por cuatro perros, resultó seleccionado para ir al campeonato de mundo de agility “Elite de Ubrique”, de David Molina, del Club Las Murallas, de Zaragoza. No obstante, no era el primer Perro de Agua Español que iba a un mundial, y que en el año 1999 a todos nos dejó asombrados por lo bien y lo rápido que lo hacía un perro de esta raza que provenía de Finlandia. Es una triste paradoja.

ANA VICTORIA PÉREZ PELÁEZ

Extracto de la revista “El Mundo del Perro” (número 251), páginas 92,  94, y 96

CONSEJOS PARA UNA EDUCACIÓN SATISFACTORIA DEL PERRO

Comprender al perro

El secreto para conseguir una convivencia armónica entre el hombre y el perro radica, fundamentalmente, en el comprendimiento de la naturaleza del animal.

Los perros “obedecen” a ciertas leyes innatas de comportamiento, y este último no se puede clasificar de acuerdo a nuestros juicios de valor.

A menudo los errores en la educación y en el cuidado del perro se cometen de manera inconsciente y de ese modo se provoca un comportamiento erróneo del animal que se le acaba recriminando equivocadamente al perro; y eso aunque el perro ha actuado tan solo según su instinto natural. No es el animal sino el hombre quien ha cometido el error.

“Mi perro solo obedece cuando le da la gana”

Otro requisito importante para una educación adecuada al comportamiento canino son los conocimientos acerca de la conducta de aprendizaje del perro. Seguramente le suene la exclamación de muchos amos de perro desesperados: “Mi perro sólo obedece cuando le da la gana”.

Precisamente esta es la base para una educación satisfactoria: Lo importante es conseguir que el perro tenga ganas. Para aprender y actuar hace falta una motivación. Crear dicha motivación es la tarea principal en la educación canina responsable y exenta de violencia.

Principios de la educación del perro

Si lo que esperamos es que nuestro perro lleve a cabo nuestras órdenes, nos tendremos que comunicar con él de un modo adecuado para perros.

Deben evitarse las frases largas o incluso preguntas como por ejemplo “¿No te he dicho que debes parar?”. Dele a su perro una oportunidad real de comprender su orden utilizando para una misma cosa siempre una sola palabra.

Si le quiere poner más énfasis a sus órdenes, no vale con gritar. Los perros tienen muy buen oído y los gritos les resultan tan desagradables o incluso los pueden interpretar como un castigo. Puesto que es lo que no queremos es castigar ya de antemano a nuestro perro, deberíamos darle las órdenes en voz baja, agradable, pero firme. Añada a las órdenes una señal con la mano, por ejemplo con el dedo índice levantado para dar la orden “Siéntate”.

Acostúmbrese desde el principio a pronunciar las señales auditivas una única vez. Si el pero le ignora, tendrá que reaccionar inmediatamente, en el mismo instante en el que acabe de pronunciar la orden. El perro no debe aprender en ningún caso que usted repite cada cosa tres veces antes de imponerse. De otro modo le daría la sensación de que usted no da las órdenes en serio, y en función de ello sería su comportamiento. Los perros tienen antenas muy sensibles para el estado de ánimo del hombre.

Naturalmente, si el perro ha llevado a cabo la orden correctamente, no debe faltar la alabanza. De ese modo, su perro pronto verá en usted a su querido líder de la manada a quien obedecer servicial y gustosamente.

Aprender las órdenes Al aprender las órdenes, primero debería conseguir que su perro comprenda la relación entre la señal con la mano, su comportamiento y el premio. Una vez que lo haya comprendido, podrá utilizar la orden verbal.

Practicar las órdenes más importantes

¡Siéntate! Su perro debe sentarse y permanecer sentado hasta que usted anule la orden mediante otra. Durante los primeros ejercicios, sujete un premio directamente sobre la nariz del perro y llévelo lentamente por encima de su cabeza. Para poder seguir viéndolo, el perro se sentará. Una vez que haya comprendido la relación entre el dedo índice levantado y su propia acción, se producirá la vinculación con la orden verbal. Dele la orden en un tono de voz agradable y alargue su pronunciación.

¡Échate! “Échate“ significa que el perro debe echarse y permanecer echado hasta que usted dé una nueva orden. Para practicar esta orden, comience desde la postura de “Siéntate”. Esconda un premio en su mano con la palma abierta y dirija la mano lentamente hacia el suelo frente a la nariz del perro. Si el perro se echa, por supuesto le dará el premio y le alabará efusivamente. Un ligero movimiento de arriba a abajo de la mano con la palma abierta es la señal visual de este ejercicio.

Cuanto antes mejor…a partir de la tercera semana de vida del perro ya se puede empezar con su educación. Si se trata de un cachorro o de un animal de la perrera, debería darle 2 ó 3 días para poder adaptarse al nuevo entorno antes de empezar con el entrenamiento

¡Quieto! El perro debe quedarse precisamente en el sitio que usted le indique. La señal visual es la mano con la palma abierta en dirección al perro. Le recomendamos que lo ejecute tras un satisfactorio “¡Siéntate!” o “’¡Échate!”. El premio lo obtendrá tras haber suprimido la orden, por ejemplo con un “Ven”.

¡Corre! Esta orden anula sus órdenes anteriores ¡Siéntate! o “Échate”.

¡Ven! o “¡Aquí!” Para poder soltar a su perro sin correa, la condición previa es que su perro venga cuando usted se lo mande. Las primeras veces, atráigale con un premio y con una llamada con un tono de voz agradable. Si esto no funciona, aléjese aún más del perro y grite su nombre y la orden. Cuando venga sujétele del collar y alábele con profusión. La señal visual correspondiente son los brazos abiertos.

Venir siempre tiene que resultar positivo

Jamás debe reñirle a su perro cuando cumpla la orden de acercarse a usted, sea lo que haya hecho anteriormente. Intente también no atarle siempre con correa justo después de la orden “Ven”. De modo contrario su perro aprende que la diversión se ha terminado en cuanto oye su llamada.

¡Al pie! Ir junto al hombre quiere decir que vaya a su lado y a su misma velocidad. Entrénelo con una correa más larga a su izquierda. Siempre que el perro vaya por delante de usted, párese. Cuando el perro note que no puede seguir volverá hacia usted. Cuando ocurra esto, tendrá que alabarle en ese preciso instante. Después continúe hasta que el perro vuelva a ir por delante. Pronto el perro comprenderá que yendo a su lado es la manera más rápida de seguir caminando. Sólo entonces dé la orden correspondiente “¡Al pie!” con una señal con la mano (golpear con la mano con la palma abierta contra el muslo).

¡Suelta! Con esta orden el perro debe soltar un objeto que lleve en la boca. Coja el objeto que lleva en la boca –la mayoría de los perros lo sueltan de ese modo- y alábele simultáneamente.

Memorizar lo aprendido

Los perros aprenden muy rápido los ejercicios sencillos, aunque esto no significa que los apliquen en seguida en cualquier situación. Lo único que ayuda en este sentido es la práctica repetida. Lo óptimo son 10 minutos tres veces al día. Termine los periodos de ejercicio, a ser posible, con un ejercicio que su perro ya domine.

Premiar un comportamiento deseado

Los perros aprenden más rápido y más fácilmente si se les premia en lugar de castigarles.

Se alaba siempre directamente a continuación de un ejercicio cumplido satisfactoriamente. Esto es inmediatamente después de que el perro haya tocado el suelo con el cuarto trasero tras su orden “Siéntate”. Transcurridos unos segundos el perro no relaciona su alabanza con el ejercicio.

También al alabarle es importante utilizar un tono de voz adecuado. Alábele siempre en voz alta y de tal modo que le motive. Sea eufórico, si quiere. A su perro le tiene que quedar muy claro que su rendimiento ha sido extraordinario.

Reprender por un comportamiento no deseado.

Una perra nunca castiga a sus cachorros cuando les educa sino que les echa reprimendas.
Si usted le quitara por la noche al perro su pienso por haber pedido comida en la mesa al mediodía, eso sería un castigo sin sentido alguno, pues su perro no aprendería nada del mismo.
La reprimenda siempre debería ser una sorpresa desagradable para el perro y ser echada acto seguido al comportamiento erróneo.

La rapidez de su reacción es decisiva, puesto que el “castigo” debe ser relacionado con la conducta errónea y con nada más. Las medidas de educación tardías no sirven para nada e incluso resultan contraproducentes.
Prácticamente siempre debería bastar con una reprimenda verbal. Su voz debe aportar un tono profundo y firme. Es suficiente una orden corta: “¡No!” si pretende impedir de antemano un mal comportamiento y “¡Quita!” si le pilla con un comportamiento erróneo.

Otro método muy eficaz para reprender al perro es ignorándole por poco tiempo. Cruce los brazos y mire hacia el otro lado, de ese modo el acto de ignorarle resulta más evidente.

En escasas ocasiones es necesaria una reprimenda física: Agarre a su perro el hocico desde arriba con una ligera presión o gírele de espaldas (túmbelo panza arriba). Mientras haga esto, mírele directamente al perro a los ojos.

Tras una reprimenda el perro necesita un descanso para volver a conseguir su equilibrio. Durante este tiempo, el amo debería comportarse de modo pasivo frente al perro. Después, una “reconciliación” es muy importante para su socialización.

Las medidas de educación más importantes de un vistazo

Positivo:

Tras una reprimenda, a ser posible vuelva a someter al perro a la situación inicial y prémiele enseguida si esta vez se comporta correctamente.

Negativo:

Nunca le grite histéricamente a su perro si éste no ha cumplido una orden, sino hágale entender su comportamiento erróneo con voz tranquila, firme y más bien grave.
¡No le pegue al perro! Tales métodos destruyen la relación de confianza entre usted y el perro.
No le quite a su perro nunca el pienso o el agua para castigarle.